Una mujer risueña, querida, de mente positiva y descomplicada ante cualquier circunstancia, exigente con sus estudiantes y que ha cumplido sueños. Así es Lilian Andrea Carrillo Rodríguez, profesora de la facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la UAO. 

Con el propósito de entender las problemáticas sociales y de buscar soluciones desde su área, decidió estudiar Economía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. 

Le encantan los números desde su época escolar, de hecho realizar las tareas de matemáticas era como un pasatiempo para ella. 

“Siempre tuve buena memoria, no tenía la necesidad de estudiar tanto como otros porque recordaba fácilmente. No obstante, tener que aprender datos me abrumaba, en cambio las matemáticas me encantaban”, manifiesta la docente.

Del sector financiero a la UAO

Uno de sus sueños era trabajar en el sector financiero, se esforzó hasta que logró ser gerente de estructuración de negocios especiales, donde se encontró con una disyuntiva. 

“Antes de estar en el sector financiero, yo trabajaba en la Universidad Javeriana de Bogotá, como asistente administrativa, donde además había tenido la oportunidad de dar un par de clases y el tema de la docencia me gustó”. 

“Al entrar el sector financiero el tiempo no es suficiente para continuar dando clases de cátedra. Con el pasar de los meses me doy cuenta que mi plan de vida está alineado con la docencia y la academia”.

Renuncia al sector financiero e ingresa a la UAO, donde se desempeñó como jefe del departamento de Economía y directora del programa de Economía en el 2005. Actualmente, continúa su labor como docente e investigadora. 

La doctora en Economía que no se rindió

Estando en la UAO, la docente tuvo la oportunidad de cumplir otro de sus sueños: realizar un doctorado en Economía en Washington State University, gracias a la beca Fulbright para las regiones otorgada por Colciencias en el 2009. Estando allá, vivió una experiencia que se ha quedado en su memoria desde entonces. 

Se podría decir que cualquier estudiante ha tenido que enfrentarse alguna vez a la decepción de una calificación regular, aun cuando haya puesto todo su empeño en los trabajos o exámenes. Esto le pasó a la profesora junto a su grupo de compañeros, quienes perdieron una de las evaluaciones del doctorado, poniendo en riesgo su continuidad en el programa. 

Ante esto, comienza la búsqueda por una razón que le afirme si efectivamente su puntaje no fue el necesario para aprobar, pues la docente confiaba firmemente en su desempeño. Estuvo varios meses insistiendo en ello a pesar de los obstáculos que encontraba:

“Una vez conversé sobre lo acontecido con el anterior director de la Escuela de Economía en WSU, y recuerdo muy bien que él me preguntó si yo sentía en mi corazón que tenía la razón, y yo le dije que sí. Entonces me respondió: si tú sientes que tienes la razón, no te rindas, tienes que seguir luchando”.

Finalmente, pudo ser escuchada y el caso entró en investigación. Para la temporada decembrina una carta llegó a su buzón, informando que hubo un error y que ella sí había aprobado el examen:

“Esta anécdota yo nunca la olvido, además de seguir aplicándola cuando me encuentro con situaciones similares”.

Actualmente, además de continuar con sus labores de docencia, está realizando dos investigaciones: la primera ‘Estrategia Integral para el Desarrollo de la Competitividad Territorial de la Región Pacífico de Colombia’, teniendo como propósito resaltar las potencialidades de los municipios, la segunda; ‘Fortalecimiento del sistema de C&CTI del Valle del Cauca: Hacia una economía del conocimiento. Red de Universidades para la Innovación del Valle del Cauca, RUPIV’.

En sus tiempos libres le gusta ver televisión, la usa como una herramienta para seguir afinando y recordando su habilidad en el inglés. Le encantan las comedias, para ella son una receta perfecta para relajarse, ver algún capítulo antes de ir a dormir y así descansar con tranquilidad. 

En su hogar no puede faltar la música. Le gusta cocinar, de pequeña insistía en entrar en la cocina para aprender las recetas de su madre y abuela. 

Aunque es joven y ha cumplido todos sus sueños, tiene en cuenta que en cualquier momento una nueva meta se le ha de presentar. Siempre aconseja a sus estudiantes:

“Seguir avanzando y cumplir sus sueños, sin importar el tiempo o la edad. Hay que romper esa mentalidad de que a cierta edad se debe hacer un número específico de cosas. Si de pronto mañana se me ocurre algo nuevo por hacer, lo hago. No me preocupo por la edad”.

Por María José Cruz, estudiante de Comunicación Social – Periodismo y del Programa Pilos.