Niños entre los 8 y 12 años aprendieron a construir divertidas sillas en el taller ‘Emosillas 3.0’, que llevó a cabo el FabLab Cali el 28 de marzo en la Universidad Autónoma de Occidente. La actividad se realizó en simultánea con otros países de la red de fablabs como México, Perú y Costa Rica.

El taller tuvo como objetivo propiciar un espacio de acercamiento a la tecnología de fabricación digital, mediante una actividad lúdica con niños que consistía en fabricar una silla donde se plasmara una emoción.

Según el Dr. Oscar Iván Campo Salazar, docente del departamento de Automática y Electrónica, y miembro del FabLab Cali, para los latinoamericanos las emociones es una característica que se expresa con mayor facilidad que en otras culturas. Por esta razón, se buscó con la actividad poder expresar la emotividad que tenemos los latinoamericanos a través de la fabricación digital. Dentro de las emociones más comunes que plasmaron los niños en sus sillas fueron la felicidad y la locura, que está asociado al espíritu inquieto que tienen.

Esta iniciativa nació como parte del trabajo con el colectivo FabLat Kids de la Red Latinoamericana de FabLabs, y permitió vivenciar la experiencia con niños de diferentes lugares de Latinoamérica y analizar su interacción con herramientas de fabricación digital.

Para el profesor Campo, también, evidenció la apertura que tienen los niños hacia el nuevo conocimiento, a través de un acercamiento lúdico del aprender haciendo; la puesta en práctica de metodologías de aprendizaje activas en niños e identificar la manera en que se pueden propiciar exploraciones vocacionales; y fue una manera de mostrar que ésta es una práctica general en toda Latinoamérica en donde se comparten las mismas condiciones de aprendizaje.

Con los resultados de las actividades realizadas en diferentes países de Latinoamérica se espera generar un artículo y presentar la experiencia ante las entidades de gobierno en el área de educación, como un modelo de aprender haciendo con niños, asociado a las herramientas de fabricación digital, explicó el Dr. Campo.

Para Juan Pablo Rivera A. de 12 años, el taller fue una oportunidad para ver materializada una idea de cara en una silla y, conocer las maravillosas y múltiples posibilidades de lo que se puede hacer con los equipos del FabLab. “Ya tengo en mente la versión 2.0 de la silla”.